Tener 15 años y carecer de pelo en cejas o abundancia incontrolable o sin forma, así como la escasez de pestañas u ojos muy pequeños, suele causar baja autoestima en el adolescente y en el peor de los casos ser objeto del sonado y lamentable bullying.
Con absoluta seriedad y cuidado, ofrecemos un proyecto de diseño apropiado y sutil, que resalte y mantenga la frescura juvenil de esa expresión que brinda ésta maravillosa etapa de la vida.